El pasado 20 de Abril un estudiante de 13 años hirió con una ballesta a una profesora y a su
hija, además de a un profesor, provocando la muerte del último. Esto ha causado
un gran revuelo en redes sociales, convirtiéndose en un tema muy mediático.
Desde mi punto de vista, los medios de comunicación no han
tratado con mucha delicadeza este tema, y he podido percibir hasta una
actuación de disculpa por tanto escándalo en la últimas apariciones en
televisión de este suceso. Primero, se empezó a hablar de que el niño era fan
de la serie "The Walking Dead" y de su personaje favorito de la propia
serie copió la ballesta. Esto causó una gran polémica a cerca de la excesiva
violencia de videojuegos, series, y películas que los niños ven y admiran. Así
como, desde mi punto de vista, desde una absoluta ignorancia se comenzó a
hablar de violencia escolar, que nada tiene que ver en este caso. También causó
polémica el hecho de que al tener tan sólo 13 años no fuera a padecer ningún
tipo de castigo ya que en España los menores de 14 años que comentan un asesinato
no son imputables, tal y como indica la Ley Reguladora de la Responsabilidad
Penal de los Menores. Poco después se empezó a hablar de un posible brote
psicótico. Ya de mano, el que sea un adolescente hace este suceso bastante delicado, aún más
si hablamos de que se ha producido debido a algún trastorno mental. Para hablar
de esto, primero hemos de saber qué es un brote psicótico y diferenciarlo sobre
todo de la esquizofrenia.
Es muy importante
poder aclarar qué es un brote psicótico y qué es la esquizofrenia, puesto que
en muchas ocasiones se puede confundir un brote, con la esquizofrenia o usarlo
como sinónimos ya que los síntomas de la esquizofrenia y del brote psicóticos
son similares. La esquizofrenia es una forma de psicosis de larga duración,
mientras que un brote psicótico sería una manifestación abrupta de lo que se
podría considerar la sintomatología positiva de la esquizofrenia durante un
breve periodo de tiempo.Podríamos definir un brote psicótico como una ruptura
de la realidad de forma temporal. Puede ser provocada por diversas causas, pero
las más frecuentes son: Una fuente de estrés potente, o constante en el tiempo,
una sobreexposición emocional, un acontecimiento traumático, el padecimiento de
ansiedad o tensión de forma desproporcionada, o
debido al consumo de alguna droga, principalmente todas aquellas que
poseen un principio activo de tipo alucinógeno.
Llegados a este punto, en los medios se empezaron a
preguntar qué fue lo que le ocurrió al niño, la respuesta generalizada fue que
tuvo un brote psicótico, respuesta que muchos no comprendimos al ver pruebas de
que el crimen fue premeditado y a la vez
encajaba con el relato del profesor que le hizo parar, el cual afirmaba que el
niño estaba fuera de sí y cuando volvió a ser él comenzó a llorar
desconsoladamente.
Este tema me ha resultado interesante y ha llamado mi
atención por varios motivos. En primer lugar, la nefasta información que han
dado los medios de comunicación y la falta de medios que hay en España y
probablemente en la mayoría del mundo para tratar casos como este; no se ha
sabido nada más de lo que le pasó al adolescente y se ha dicho que se le iba a
llevar a un centro en el que se le iba a
tratar adecuadamente y seguir con su escolarización. Podríamos pensar que se le internará en una especie de centro
psiquiátrico para menores pero esto no es así. La realidad es que este tipo de
centros son reclamados por educadores y psicólogos desde hace años, ya que en
centros de menores convencionales o de reforma , se han encontrado en múltiples
ocasiones con trastornos mentales que no podían ser tratados en ese tipo de
centros. El adolescente en cuestión será trasladado a un centro de menores, por
ser menor de 14 años. Otro factor que me ha llamado la atención es la falta de
tacto y de reflexión por parte de la sociedad para tratar casos como este.
Deberíamos reflexionar acerca de por qué un menor no recibe la
misma pena que un adulto antes de hacer cualquier tipo de juicio, así como
cuándo un crimen se debe a un trastorno mental y cuándo no, dónde está el
límite y cómo debemos tratar estos casos tremendamente delicados, construyendo
centros especializados y formando a personas que sean capaces de llevar a cabo
tan difícil tarea.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBien Ana. Buen análisis del caso y de la noticia. Echo en falta una breve descripción de la esquizofrenia, pues tu argumento se basa en que es distinta a un brote psicótico, pero la mayor parte de personas no sabe muy bien lo que es la esquizofrenia.
ResponderEliminarSaludos